Heterotopía homuncular

Mariana Ibáñez, Simon Kim

lunes, 8 de abril de 2019  |   


Condiciones de base
El término digital difícilmente pueda contener la amplia diversidad de resultados que ha generado. Cuando se trata de la arquitectura como disciplina, el concepto es un recipiente vacío que necesariamente debe ser cualificado. Más importante aún, si acaso lográramos producir una definición adecuada, resultaría, por naturaleza, y por su cualidad misma, una posición inestable. Fusang, proyecto de los alumnos de PennDesign, Wenqi Huang y Mostafa Akbari, 2018.El término demanda una constante actualización y permanece como un proyecto abierto e inconcluso. Estamos además en una situación sociopolítica que desconfía de proyectar horizontes excesivamente fantásticos. Desde luego, el exceso de promesas que se han hecho en el punto culminante del proyecto computacional formal y de su construcción[1] ha tambaleado después de la crisis económica de 2008. Gran parte de las acrobacias proyectuales y de fabricación fueron consideradas intrínsecas a la esfera de la riqueza y el poder, y como consecuencia se abrió allí un terreno sumamente fértil para el desarrollo de contrapropuestas regresivas a la idea de arquitectura como juego de representación o apropiación de indicadores culturales.[2]

En este contexto, contribuimos a un proyecto tecnológico hipercultural mediante la búsqueda de nuevos territorios y capacidades para el diseño y la arquitectura. Pero éstos resultan inequívocamente variados en su conceptualización y en su producción. Estamos comprometidos con una libre aplicación de la idea de autonomía —a través de los nuevos medios— en la medida en que transforma la arquitectura, de ser un producto antropocéntrico, a uno con características y entornos activos y en crecimiento, dentro de los cuales somos parte de una nueva naturaleza sintética. Sin una autonomía que proporcione agentes no humanos y el auto-dominio de los entornos, persistirá gran parte del modelo actual que entiende a la naturaleza como subyugada a los deseos humanos. Llamamos a este orden de construcción del mundo Heteropía Homuncular, tanto para proteger a este proyecto naciente de mundos dentro de mundos respecto de reacciones binarias de amor-odio, como para presentar una idea de totalidad completamente plena y vigente, si bien reducida, y aún salvaje.

Heterotopía y el ser compuesto
Como un espacio paralelo o superpuesto que refleja pero a la vez inquieta, la idea de mundos dentro de mundos no involucra necesariamente lo pequeño. Como los espacios heterotópicos funcionan en disonancia, separando relaciones entre objetos que son familiares, se moldean significados sociales o físicos completamente diferentes.[3] El escenario de un teatro o un museo presentan realidades múltiples en un mismo espacio, en la medida en que se superponen jerarquías o realidades seleccionadas y organizadas por un curador que las estipula. Para nosotros, la importancia crucial de una heterotopía radica en que sus espacios permiten la ciudadanía y la multiplicación del Otro y del Yo en nuevos conglomerados identitarios. Aquí, el Otro es un nuevo ser con derechos civiles y con igualdad. Esta nueva forma del ser constituye un espacio y un recinto arquitectónico o cívico que contiene y exhibe inteligencia y voluntad propia. Esta voluntad propia se diferencia de la idea de edificio inteligente, aún atrapado en la lógica de la relación amo-sirviente, y la transforma en lo que Gordon Pask[4] describe como un participante activo en una conversación, igual en rango e importancia. Es necesario considerar todos los temores relacionados con esta indómita inteligencia sintética, así como las diferencias sociales o culturales que se dan entre participantes, humanos o de otro tipo. 

Para internarnos un poco más en este mundo, la arquitectura, los ocupantes y otros componentes bióticos podrían entremezclarse libremente y formar seres compuestos de mayor tamaño, donde una casa es un árbol, es un insecto, es una computadora, es un ser humano. Cada nodo de esta red podría compartir recursos y modalidades, e introducir otros agentes o alianzas. Para un ser humano, el hecho de percibir una escala temporal como la de los árboles, medida en siglos, se trataría de una experiencia profundamente transformadora. El cambio en nuestras motivaciones localizadas, resultantes de un tiempo de vida medido en décadas sería abrupto. Por lo que este ser compuesto ya no está predominantemente al servicio del ser humano, sino que constituye una red no jerárquica en la que las necesidades de uno se negocian en un esfuerzo compartido con otros. En una formación como ésta, el deseo del ser humano de tener un espacio térmicamente acondicionado —a costa del medio ambiente— podría encontrar una respuesta barométrica similar a la de los reptiles. 

Entornos homunculares
Presentamos esto bajo una idea de naturaleza homuncular, con el objeto de establecer una totalidad completamente formada más que un modelo compuesto de partes. Al evitar el escalamiento de objetos de un modelo, vistos como meros agentes de representación, los homúnculos poseen una escala real y completamente manifiesta. Kashin, proyecto de Ibáñez-Kim para la exhibición House Vision de Seúl, 2019.Al igual que un prototipo, un homúnculo trabaja, como cualquier entidad biológica o artificial que demuestra funcionar. Pero no se trata de una muestra o de un caso, sino una especiación o de un nuevo individuo. Un homúnculo es una colección auto-motivada y auto-organizada de objetos y sistemas que tiene cognición, órganos sensoriales y movilidad para actuar eficazmente y prosperar en un entorno sintético. La arquitectura, con su téctónica, su envolvente y su espacio —sea del tamaño de una casa o de una celda— es apenas uno de sus aspectos. Es a través de esta acción compartida que lo humano en la arquitectura conserva su vitalidad, mientras se transforma y se incorpora en un entorno más grande en el que dialoga con el Otro. 

Aquí, lo sintético y lo asombroso tienen un punto de apoyo en lo reconocible, mientras se escabullen hacia lo fantástico. 


[1] ANY 23 desde 1998 estuvo basada en la naturaleza plural de una práctica esquemática basada en el diseño, pero muchas ediciones de AD de ese período fueron mucho más provocativas durante la naciente era tecnoindustrial. Ver AD Versioning: Evolutionary Techniques in Architecture desde 2003 para encontrar innumerables ejemplos de los nuevos protocolos para ir desde la codificación a la fabricación.
[2] La publicación de 2018 de Possible Mediums contiene varias obras sobre el proyecto visual de la señalización arquitectónica. 
[3] Foucault, Michel. The Order of Things [Las palabras y las cosas], 1970
[4] Pask, Gordon. Conversation Theory, Applications in Education and Epistemology [Teoría de la conversación: aplicaciones en la educación y la epistemología], Elsevier, 1976.