La revolución de la inteligencia artificial en la ciudad latinoamericana

Leopoldo López Navajas

jueves, 14 de diciembre de 2023  |   

En los últimos años, hemos sido testigos de cómo la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, y la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una de las fuerzas impulsoras detrás de esta revolución. Aunque a veces parece un concepto abstracto, la inteligencia artificial está avanzando a gran velocidad en la vida de los ciudadanos: desde una herramienta para generar textos o imágenes hasta herramientas de planeamiento y gestión de nuestras ciudades.

Imaginemos vivir en una ciudad donde los problemas y accidentes de tráfico se reducen drásticamente por la llegada de un conductor que jamás falla o se cansa; donde la recolección de basura es más eficiente; y donde los recursos se utilizan de manera más inteligente para atender las necesidades de la comunidad. Estos son solo algunos de los beneficios que la IA podría aportar al planeamiento urbano.

Una de las ventajas más significativas de la inteligencia artificial es su habilidad para identificar patrones y tendencias que pueden ser invisibles a simple vista. Esto, en los hechos, significa que los responsables de la formulación de políticas urbanas pueden tomar decisiones más informadas y con mayor probabilidad de éxito, desde cómo asignar recursos o dónde construir infraestructura, hasta cómo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Por ejemplo, la IA puede predecir el crecimiento de la población en una ciudad y ayudar a planificar la expansión de la infraestructura necesaria, como carreteras y servicios públicos. También puede evaluar cómo el cambio climático afectará la ciudad y sugerir medidas para adaptarse a estas condiciones cambiantes.


Foto de Gabriel Porras en Unsplash

Las ciudades latinoamericanas

A medida que avanzamos, veremos más ciudades latinoamericanas que, aprovechando el poder de la inteligencia artificial, mejoran la calidad de vida de sus habitantes. Inversión y recursos financieros parece ser el mayor desafío en la implementación dentro del planeamiento y gestión urbana, pero existen una serie de desafíos que deben ser abordados de manera efectiva para aprovechar al máximo esta tecnología y garantizar beneficios equitativos. 

  • Accesibilidad

Un primer desafío es, sin dudas, la accesibilidad, en el sentido de cómo aplicarla en ciudades de países en vías de desarrollo. No todas las ciudades en América Latina tienen el mismo acceso a tecnologías avanzadas como la IA, la infraestructura para su funcionamiento o los recursos necesarios. Y si los cuentan, es importante garantizar que los ciudadanos de los sectores más marginados también se beneficien de estas innovaciones y que no se profundice la brecha digital.

  • Recopilación, privacidad y calidad de datos

La IA depende en gran medida de datos precisos y de alta calidad. En muchas ciudades de América Latina, la recopilación de datos puede ser deficiente o estar desactualizada. Garantizar la disponibilidad de datos fiables y actualizados es esencial para el éxito de la IA en el planeamiento urbano. Para esto, necesitamos todas las herramientas posibles: una implementación exitosa requiere personal capacitado y especializado en esta tecnología, y por eso la capacitación de los empleados públicos y la creación de programas educativos en IA son esenciales para superar este desafío.

Otro punto importante es la privacidad de los datos. Si bien pareciera que el común de las personas cree que las ciudades monitorizadas solo existen en Asia, o ha oído/leído sobre recopilación de datos a través de micrófonos de celulares, textos en redes sociales o emails, apps con posicionamiento geográfico, o inclusive sobre la identificación facial, en general desconoce que hoy ya existen varios dispositivos en todo el mundo que recopilan información íntima de los usuarios, a veces incluso en lugares personales o de intimidad como un vehículo privado personal: según un estudio los automóviles modernos recopilan datos médicos, genéticos y hasta de la vida sexual de los usuarios. 

Por situaciones como esta, la recopilación y el análisis de grandes cantidades de información plantean preocupaciones sobre la privacidad de los ciudadanos. Es fundamental establecer regulaciones y salvaguardias para proteger la información personal mientras se utiliza la IA para el bien común. Actualmente, ya se están planteando entes reguladores en países más desarrollados, y la Unión Europea acaba de aprobar una ley que regula los modelos fundacionales y las líneas rojas en materia de sistemas de vigilancia biométrica.

  • Interoperabilidad, Regulación y Marco Legal

Las soluciones de IA deben ser capaces de interoperar con sistemas y plataformas existentes en las ciudades. En otras palabras, en América Latina es necesario pensar en cómo la tecnología de última generación puede convivir con sistemas obsoletos en ciertos casos. La falta de estándares comunes puede dificultar la integración de la IA en la infraestructura urbana existente; o la falta de regulación y políticas claras en torno al uso de la IA en el planeamiento urbano puede generar incertidumbre y obstaculizar su implementación: “… los ecosistemas de políticas de IA de la región de LATAM se caracterizan por un alto grado de discontinuidad en las políticas, con iniciativas que se modifican con los cambios de gobierno o que a menudo quedan archivadas” (Economist Impact, 2022).

  • Aceptación y participación ciudadana

Es esencial involucrar a la comunidad en el proceso de implementación de la IA dentro del planeamiento urbano. La falta de comprensión o aceptación por parte de los ciudadanos puede obstaculizar la adopción de estas tecnologías.

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En resumen, si bien la implementación de la IA en el planeamiento urbano de ciudades latinoamericanas ofrece un gran potencial para abordar problemas urbanos complejos, es necesario abordar estos desafíos de manera efectiva para garantizar que la tecnología beneficie a todas las comunidades y mejore la calidad de vida en la región. Esto requerirá un enfoque coordinado que involucre a gobiernos, sectores privados y ciudadanos. 

Un claro ejemplo de esto son los vehículos autónomos. La llegada de esta nueva tecnología debería verse desde un punto de vista social: es fuente tanto de riesgos como de oportunidades, y no tanto por la propia tecnología y lo que promete, sino por cómo modificaría la movilidad urbana dentro de nuestras ciudades. Es clave entender que no es cómo y en qué nos movemos, sino el por qué nos movemos en la ciudad, y evitar que pasemos de ciudades congestionadas con vehículos privados conducidos por personas a ciudades congestionadas por vehículos conducidos por la inteligencia artificial. Una computadora podría manejar mejor, pero si la usamos en vehículos particulares, ¿generará viajes más eficientes o incrementará los viajes particulares, “innecesarios” y no usuales? Esto último llevaría a una mayor demanda de unidades y espacio, produciendo mayor congestión. Sin embargo, donde sí podríamos ver una mejora en la movilidad es en cuanto a seguridad y tiempos en el transporte público.

La introducción de la IA en la gestión urbana debe ser encabezada tanto por los ciudadanos como por sus representantes. Y es bueno recordar que cambios tecnológicos como el vehículo completamente autónomo en cualquier ambiente urbano, donde no se requiere intervención humana, son cuestiones que no se producirán en el corto plazo: todavía tenemos tiempo para abordarlas a través del debate público, con pleno conocimiento de los hechos.

 


Referencias

"Aprovechar la oportunidad: el futuro de la inteligencia artificial en América Latina" [Informe] Economist Impact con el apoyo de Google.

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