Ciudades inteligentes y metaverso

Vanina Paula López

viernes, 22 de diciembre de 2023  |   

Impacto en la sociedad y el medio ambiente. Planificación de las ciudades.


Debido al gran desplazamiento en las últimas décadas de la población a las ciudades, el problema social que surge dentro de ellas es un fenómeno que se acelera rápidamente. La desigualdad de oportunidades, la brecha económica y de recursos, la falta de planificación urbana, entre otros factores, no hace más que agravar la situación. Implementar estrategias derivadas del concepto de ciudades inteligentes es una forma de contener y dar repuesta a ese fenómeno, pero esta implementación debe estar basada en la premisa de igualdad social y de justicia ambiental, y debe aplicarse con detenimiento, atendiendo a la problemática específica del sitio, y no como una solución generalizada y replicable para todos los casos.

Las ciudades del metaverso tampoco ofrecen mejores soluciones. En el ámbito social, el metaverso propone una conexión global que tiene el potencial de conectar a personas de todo el mundo en un espacio virtual común, lo que puede facilitar la interacción entre individuos de diferentes culturas y fomentar la comprensión y el intercambio de ideas a nivel global. Pero la alta exposición en estos entornos virtuales puede dificultar ampliamente la conexión con y entre las personas del mundo real, generando una percepción distorsionada de la realidad y dificultando la distinción entre lo que es real y lo que es virtual, lo que podría tener implicaciones psicológicas y emocionales.


Foto de Felix Fuchs en Unsplash

Sin embargo, tanto el concepto de ciudad inteligente como el concepto de metaverso pueden colaborar ampliamente en lo que refiere a resolver o mitigar los problemas ambientales. Pueden ofrecer soluciones a la falta de recursos del planeta y que cada vez afecta más a la supervivencia de las especies: los recursos son limitados y necesitamos un proceso constante de mejora, que implique a los gobiernos y a los ciudadanos.

Desde las ciudades inteligentes son varias las estrategias que se utilizan para combatir el cambio climático, tanto desde el ámbito público o privado:

  • Eficiencia energética. Las ciudades inteligentes pueden implementar medidas para reducir el consumo de energía, como el uso de tecnologías de iluminación LED, sistemas de gestión inteligente de edificios, la promoción de prácticas de construcción sostenible, etc. También pueden fomentar la conciencia sobre la eficiencia energética entre los ciudadanos y las empresas.
  • Energías renovables. Promover el uso de fuentes de energía renovable.
  • Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. El manejo inteligente de la movilidad y el transporte, alquiler de autos a la carta, car sharing, bike sharing, vehículos eléctricos o sin chofer, movilidad cooperativa, movilidad como servicio.
  • Gestión eficiente de residuos. Este punto tiene innumerables beneficios para combatir el cambio climático:

a.    Reduce la huella ecológica.
b.    Uso eficiente de recursos. 
c.    Incrementa la vida útil de los sistemas de relleno sanitario. 
d.    Reduce la contaminación.

  • Uso de agua más efectivo.
  • Educación y capacitación para todos los niveles de la población.
  • Gobernanza inteligente enfocada al ambiente. Big Data y Gestión de Datos. La ciudad de Medellín es un ejemplo de esto: en 2020 y 2021 ocupó el octavo lugar y este año llega a la cúspide, gracias al trabajo comprometido de la Administración Distrital con su transformación digital y la consolidación de un gobierno digital.

Muchos de estos puntos impactan directa o indirectamente en la salud de la población.

 

El aporte fundamental de las ciudades del metaverso sería la posibilidad de generar un cambio radical en el comportamiento y en los hábitos de los ciudadanos con la implementación de experiencias inmersivas, a través de las cuales un usuario podría tomar conciencia real de los futuros problemas a los que se enfrentaría el planeta si no cambiamos nuestro accionar.

Consideraciones ambientales como un imperativo pedagógico/académico
En mi actividad como docente incluyo de modo concreto en la currícula el estudio de todas las relaciones entre ciudades inteligentes y cambio climático, desde el proceso creativo hasta el pensamiento constructivo. Desde Diseño I hasta Diseño V, es de suma importancia adquirir todas las herramientas posibles para diseñar, pensar y soñar en ciudades sostenibles y sustentables, donde respirar aire puro no sea un privilegio.

En síntesis: el término justicia ambiental debería incluirse dentro de nuestras responsabilidades como profesionales y estudiantes de arquitectura y urbanismo. El cambio climático nos interpela frente a nuestros modos de construir conocimiento. Desde el diseño de una casa, un complejo habitacional, un edificio público, un parque, una ciudad, en cada orden debería primar esta conciencia en el estudio del sitio, frente a la decisión sobre las orientaciones, la utilización de determinados materiales, del debido uso del suelo, del uso de energías renovables, del uso de los recursos naturales, entre otros. ¿Acaso todo esto no es parte de la configuración de una ciudad inteligente?

Tomando el buen uso de la tecnología como herramienta de aprendizaje, y generando conciencia desde las bases del estudio, se puede generar un cambio que contribuya a la construcción de un conocimiento más integral del alcance de la arquitectura y el urbanismo frente a estos desafíos. El cambio climático es un hecho y los/as docentes tenemos la responsabilidad de generar en nuestros/as alumnos/as conciencia y responsabilidad frente a este gigante, formándonos nosotros/as mismos/as para adquirir los conocimientos suficientes y poder transmitirlos.

Por otro lado, podemos capitalizar la facilidad del alumnado para el manejo de la tecnología y conformar entre todos/as un sistema que aporte estrategias inteligentes e inclusivas para combatir el cambio climático dentro del pensamiento de las ciudades inteligentes, antes de que sea tarde.

Ciudades inteligentes y educación inteligente, ¿qué puntos de contacto tienen con las nociones del metaverso? Deberían ser conceptos que se adquieran desde el momento inicial de la carrera. La educación híbrida, la creación de espacios de aprendizaje digital, la creación de campus universitarios virtuales, donde alumnos y alumnas asisten con sus avatares ya es un hecho en algunos lugares. Conocer las ventajas y desventajas que propone el metaverso para luego utilizarlas en la educación, es fundamental.

¿Cómo y quiénes diseñan las ciudades inteligentes? ¿Cómo y quiénes diseñan las ciudades del metaverso? ¿Cómo se incorporan estas nociones a las estrategias que debemos tomar para combatir el cambio climático desde el diseño y la planificación? ¿Cómo construimos conocimiento para resolver estos desafíos actuales?

Conclusiones
En términos de oposición, las ciudades inteligentes se centran en la mejora de las ciudades reales utilizando tecnología en el mundo físico, mientras que las ciudades del metaverso son una representación digital separada de la realidad física. En cierto sentido, pueden resultar opuestos porque uno se centra en el mundo físico y el otro en el mundo virtual.

Sin embargo, hay áreas de complementariedad entre ambos conceptos. Por ejemplo, el metaverso podría ser utilizado como una herramienta para simular y probar soluciones en el contexto de una ciudad inteligente antes de implementarlas en el mundo real. Además, las ciudades inteligentes podrían utilizar datos generados en el metaverso para mejorar su infraestructura y servicios, al comprender mejor los patrones de comportamiento de los usuarios y las necesidades de la comunidad. Con las experiencias inmersivas que propone el metaverso se podrían probar y experimentar estrategias urbanas antes de llevarlas al plano físico. Tal como dijo Lena Geragghty, directora de League of the Cities: “Las ciudades inteligentes están preparadas para beneficiarse de las ciudades del metaverso.”

Una consideración aparte respecto de las ciudades inteligentes es que la sostenibilidad ambiental es tan importante como la sostenibilidad social.
Es un desacierto la idea de generar guetos sin relación directa con otros centros poblacionales y sin mixtura social, porque podría producir una inequidad difícil de resolver. Incluso la conformación de un tejido urbano, compuesto de la sumatoria de ciudades totalmente independiente entre sí, difiere significativamente de la idea de Ciudad como lugar de intercambio plural.

No podemos perder de vista la necesidad de construir ciudades inteligentes y de metaverso que no sean accesibles, inclusivas y equitativas. Estamos en el momento de integrar la sostenibilidad en el front end (interface) de los mundos inteligentes y virtuales en lugar de intentar modificarlos después del crecimiento exponencial. 

Si dejáramos en manos de la tecnología y de las empresas la construcción de las ciudades, perderíamos la esencia de lo que una ciudad representa.
Sería importante crear conocimiento desde el ámbito académico y sumar a nuestra responsabilidad como docentes universitarios la creación de verdaderas ciudades resilientes e inteligentes: cito a Stephen Hawking: “La inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio”.

El cambio climático, las ciudades inteligentes y el metaverso, irrumpieron en nuestras vidas como ciudadanos/as y profesionales de la materia, pero ¿cómo afecta esto a nuestra postura como docentes de arquitectura y urbanismo? ¿Cómo construimos conocimiento para resolver estos desafíos actuales?

Diseñar el futuro es nuestra meta, y en ningún caso deberíamos perder de vista, que las ciudades tienen que ser pensadas por y para las personas.


Referencias
Mattern, Shannon (febrero 2017). “Una ciudad no es una computadora”. Places Journal

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