Percepción, simulación y evidencia de sustentabilidad del diseño urbano

Silvia de Schiller

martes, 15 de noviembre de 2022  |   

Pertinencia, identidad y adecuación a situaciones locales potencian la innovación en la producción de hábitat al implementar estrategias de sustentabilidad y resiliencia en diseño.


Las demandas de políticas públicas para lograr eficiencia energética en el hábitat edificado revaloran el aporte de las estrategias de diseño y potencian nuevas estrategias, sumando el aporte de energías renovables, contribución al desarrollo sustentable en el ámbito social, ambiental y económico. El accionar interdisciplinario y la visión mancomunada de áreas involucradas en la producción del hábitat edificado, responden al ambiente y la cultura local, con capacidad de implementar acciones de sustentabilidad y resiliencia urbana. 

Los recursos de diseño bioambiental, eficiencia energética y energías renovables dan soporte al desarrollo urbano sustentable y resiliente, aplicando técnicas de análisis en el desarrollo de nuevas capacidades y su transferencia al medio.

En ese marco, se analizan variables de diseño urbano mostrando su impacto sobre la calidad ambiental de los espacios de la ciudad. La serie de calidades urbanas (Bentley et al, 1985; de Schiller, 2004) están referidas a la calidad de diseño que permite lograr entornos exitosos para el usuario de ciudad. Interpretando que las calidades responden a la gente y al lugar, se las puede clasificar en: 

  • Permeabilidad: tejidos urbanos que permiten rutas alternativas, accesos variados y capacidad de movimiento en un sector urbano. Los tejidos ‘permeables’ favorecen la seguridad, flexibilizan la circulación y democratizan el espacio público urbano.
  • Vitalidad: capacidad de promover contacto social e interacción entre usuarios y actividades, dependiendo de la relación entre edificios y espacio urbano.
  • Variedad: alienta usos complementarios en espacios urbanos, según la concentración y proximidad de las actividades.
  • Legibilidad: comprensión del espacio urbano con claridad del uso y circulación a través del tejido, con percepción rápida y directa de la situación espacial.
  • Robustez: fortalece la capacidad de perdurar en el tiempo y adaptarse a cambios.

Estas calidades espaciales del tejido urbano abierto, variado, de fácil comprensión, y capaz de incorporar modificaciones en el tiempo, se relacionan con los requisitos ambientales de bienestar urbano.

Respuesta a la demanda de innovación y sustentabilidad en el hábitat edificado: simulación física vs. simulación numérica
El uso complementario de simulaciones físicas (analógicas) y numéricas (virtuales) permite detectar fortalezas y debilidades del desempeño de proyectos, calibrar simulaciones y comparar resultados. En base a tres décadas de experiencia en ensayos y demostraciones en el Laboratorio de Estudios Bioambientales del Centro de Investigación en Hábitat y Energía (CIHE), se comprobó que la complementación de ambas herramientas presenta ventajas significativas. En este contexto, se analizan ventajas y desventajas de ambas formas de simulación.

Fotografía tomada en el laboratorio por simulación espacial.En las simulaciones físicas analógicas, los ensayos del impacto de sol y viento en laboratorio permiten una visualización directa con ajustes de orientación y detalles para elaborar alternativas y demostrar los resultados de cada propuesta y/o ajuste de diseño. Si bien el acceso a los equipos del laboratorio (túnel de viento, heliodón o simulador del movimiento del sol, cielo artificial e instrumentos de medición) depende del CIHE, la construcción de maquetas de ensayo es muy sencilla y no requiere detalles elaborados de presentación.

Simulación virtualEn las simulaciones numéricas, los avances en simulación permiten el desarrollo y ensayo de maquetas virtuales con visualización de impactos ambientales en pantalla, aunque el manejo de los programas complejos requiere entrenamiento previo. La creciente disponibilidad de programas sin cargo disminuye el costo, aunque los programas comerciales pueden tener ventajas de precisión y manejo. La visualización en una pantalla en dos dimensiones no ofrece la misma facilidad de comprensión que las maquetas físicas “reales”.

Las experiencias en el Laboratorio de Estudios Bioambientales (Evans, 2004) indican que la simulación numérica complementa la simulación física y la comparación entre ambas técnicas potencia los resultados de cada enfoque. La extensa experiencia docente ha mostrado la importancia de los ensayos físicos y espaciales con maquetas en laboratorio para experimentar resultados de diseño en diversas escalas y orientaciones en aplicaciones académicas y consultorías. A medida que crece la capacidad de manejo de estas herramientas se confirma que resulta más efectivo realizar simulaciones combinadas, logrando mayor flexibilidad en las pruebas.    

Desafíos
El desarrollo de posibilidades para evaluar las calidades de espacios urbanos y simular su comportamiento introduce nuevos desafíos en la toma de decisiones:

  • Lograr equilibrio entre corto y mediano plazo, valorando el largo plazo por su capacidad de durabilidad, operatividad, mantenimiento, eficiencia y calidad ambiental, asociado al costo social en salud y productividad.
  • Desarrollar parámetros regionales, nacionales y municipales de edificación y desarrollo urbano sustentable atendiendo la realidad social y económica local.
  • Considerar el impacto del hábitat construido, combinando el desempeño ambiental de la edificación en estudio y sus funciones.
  • Introducir conceptos, métodos y estrategias de Edificación Sustentable en la formación académica y la práctica profesional.

La calificación de sustentabilidad requiere capacitación profesional, institucional y técnica para desarrollar normas edilicias y prácticas constructivas, códigos de desarrollo urbano, edificación y eficiencia energética, certificación y etiquetados, valor agregado que orienta el mercado.

Sustentabilidad en práctica: percibir, experimentar, evaluar, demostrar y transferir
La promoción de estrategias tendientes a reducir el impacto del hábitat construido, con equilibrio social y distribución de recursos, colabora como un eje transversal junto a la forma edilicia y los espacios urbanos acordes con el desarrollo sustentable, cuyo desafío es “comprender para mejorar”, “hacer para demostrar” e “implementar para transferir”.

La práctica de proyectos demostrativos permite experimentar nuevos criterios y estudiar enfoques innovadores, para probar y difundir sus resultados verificando su impacto ambiental, social y económico. En el contexto de la edificación sustentable, los proyectos demostrativos transfieren buenas prácticas, logrando reconocimiento y validación como instrumento en el desarrollo de políticas energéticas y ambientales.

Conclusiones
Las crecientes demandas ambientales, sociales y económicas, tendientes a aplicar la certificación de Edificación Sustentable y Eficiencia Energética, reconocen el valor de incorporar medidas de sustentabilidad en arquitectura y desarrollo urbano, implementando iniciativas de buenas prácticas proyectuales.

El contexto energético nacional requiere sustanciales ajustes para su efectiva transferencia al medio, al incluir el impacto de energía en la evaluación de proyectos con herramientas para evaluar y optimizar el desempeño energético y ambiental del diseño urbano sustentable.


Referencias

Bentley, I., Alcock, A., Murrain, P., McGlynn, S. and Smith, G. P. (1985), Responsive environments: a manual for designers. Londres: Architectural Press.

De Schiller, S. (2004). Sustainable urban form: environment and climate responsive design [Tesis doctoral]. Oxford: Oxford Brookes University. 

Evans, J. (2004). Laboratory simulation techniques in the design process to promote sustainability in architecture. En Proceedings, PLEA 2005, Eindhoven: Technical University of Eindhoven.