El acceso a la vivienda como prioridad pública
Raúl Saenz Valiente
La situación no es sencilla. Las cifras son históricamente alarmantes. En la actualidad, el déficit habitacional alcanza al 28% de la población. Lisa y llanamente, esto significa que en Argentina faltan 3.500.000 viviendas.
Casi el 60% del déficit se encuentra en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Salta. Específicamente en la Ciudad de Buenos Aires, 297 hectáreas están ocupadas por villas, donde viven alrededor de 300.000 personas, o sea, una décima parte de la población local. Otras 400.000 viven en núcleos habitacionales transitorios, casas tomadas, hoteles... Esto concluye en que uno de cada cuatro habitantes porteños no tiene satisfecho su derecho a una vivienda.
Vamos a La Matanza, la localidad más afectada en territorio bonaerense, que se lleva un 17% del déficit total: sobre un total de 1.775.816 de habitantes, 301.889 no cuenta con un techo digno. El propio Instituto de la Vivienda de la provincia reconoce que se necesitarían 148 años para cubrir este déficit según el censo de 2010.
Estos números son la principal preocupación de los numerosos profesionales que creemos en un urbanismo sustentable, que no sólo contemple el cuidado del medioambiente sino también su crecimiento demográfico y su economía. Y desde esta misma perspectiva sostenible, resolver el déficit habitacional sería provechoso en numerosas esferas del país. No nos olvidemos que la construcción es una industria de industrias que movilizan a millones de personas a través de empleo directo e indirecto en cada rincón del país.
Pero hasta el día de hoy, no encontrábamos apoyo, no teníamos un respaldo para llevar adelante un plan que contrarreste tanto infortunio nacional. En la actualidad, tenemos esperanzas porque vemos un mayor compromiso con el acceso a la vivienda. La reactivación de los créditos hipotecarios a largo plazo y su rotundo éxito son un innegable reflejo de la situación en la que están muchísimos argentinos en la actualidad, incluida la clase media.
Asimismo, estamos reuniéndonos con permanencia en la Mesa Sectorial para seguir analizando y resolviendo deudas pendientes para nuestro mercado. Desde la CEDU consideramos que hay tres pilares: la necesidad de que haya una ley de mercado de capitales porque los bancos no tienen fondeo de largo plazo en Argentina y para que este sistema sea auto-sostenible debemos generar conciencia sobre esto; que se debe encarar una revisión integral del sistema impositivo porque con un régimen adecuado la actividad crecerá de tal manera que permitirá ingresos adicionales al Estado; y también la necesidad de que los empresarios hagan un esfuerzo realmente importante para incorporar tecnologías que permitirán una mayor posibilidad de que los consumidores de clase media accedan a precios más razonables en calidades indiscutibles.
Fotografía: Martín del Valle - Instagram