Madre Tierra

Madre Tierra

martes, 22 de junio de 2021  |   

Más de treinta y cinco años construyendo barrios y fortaleciendo comunidades.


En mayo de 1985 el Área Metropolitana de Buenos Aires fue azotada por grandes tormentas e inundaciones, y millones de personas debieron ser evacuadas. A la sede de Cáritas en Morón llegaban día a día familias que habían perdido sus hogares bajo el agua, la mayoría instaladas precariamente a la vera de los arroyos, el único lugar accesible que habían encontrado.

En ese contexto, un equipo de profesionales técnicos y sociales se reunió para comenzar a trabajar tanto en la emergencia como en un proyecto a largo plazo por el acceso a la tierra y la vivienda, para familias sin recursos de la zona oeste del Gran Buenos Aires. 

Así nació la Asociación Civil Madre Tierra, hace treinta y cinco años. En este tiempo vimos y vivimos grandes alegrías —familias plantando un cartel con su nombre en un lote, agua potable llegando a un asentamiento, mujeres administrando fondos rotativos de materiales y sus propias obras—, y grandes crisis —catástrofes económicas en las que solo se podía pensar en la supervivencia, donde en vez de dibujar planos de casas dibujamos conejeras y manuales de pastas caseras, y la pandemia que nos alejó del trabajo codo a codo en el territorio—.


Jornada de capacitación en el marco del Programa Mujeres Constructoras.

Lo que no cambia es el modo en que comprendemos el hábitat en nuestra Asociación: la casa es uno de sus componentes. Para que sea integral, debemos comprender que el derecho a la vivienda adecuada implica mucho más que cuatro paredes y un techo: implica tener una mirada amplia e integradora. La existencia de escuelas hace parte del derecho a la vivienda, pero si no hay veredas adecuadas para llegar a ellas ese derecho se ve vulnerado. Un barrio sin alumbrado público también lesiona el derecho a la vivienda, especialmente afectando a mujeres, niñas, niños y adolescentes, ya que impide el sentido de seguridad y cuidado necesario.

La tarea de Madre Tierra
Trabajamos para facilitarle a quienes habitan las barriadas populares en la zona oeste del Gran Buenos Aires el acceso a una vivienda y a un hábitat adecuado, a través de procesos participativos y utilizando metodologías adecuadas para que estas familias sean protagonistas centrales en el desarrollo de estos procesos, y atacando las consecuencias que genera un desarrollo territorial inequitativo. Junto con las familias y las organizaciones ya logramos crear 17 barrios, mejorar más de 3200 viviendas, desarrollar redes de agua para miles de familias, sistemas de tratamiento de desagües, 32 centros comunitarios, veredas, plazas y luminarias.

Al mismo tiempo trabajamos sobre las causas, creando condiciones para generar territorios sustentables y equitativos. Lo hacemos a través de la participación en distintos grupos de incidencia, como el Foro de Organizaciones de Tierra y Vivienda, desde donde impulsamos la Ley de la Provincia de Buenos Aires Nº 14449 de Acceso Justo al Hábitat. También estamos en Habitar Argentina, un espacio multisectorial conformado por organizaciones, instituciones académicas, movimientos sociales urbanos y campesinos y legisladores/as que trabajan con el objeto de generar un marco normativo para garantizar el derecho a la vivienda, a la tierra y al hábitat digno. Y participamos en la Coalición Internacional para el Hábitat, una red mundial de derechos relacionados con el hábitat y la vivienda, que lucha por la justicia social, la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental; entre otros diversos espacios.

Las instancias de formación y capacitación son también una tarea central en nuestro quehacer cotidiano, porque entendemos que cada proyecto que desarrollamos es una oportunidad de trasmisión de capacidades hacia las personas que protagonizan dichos proyectos: por ejemplo, generando instancias de capacitación específica sobre distintas temáticas. 

Todo esto es posible gracias a que desarrollamos varias estrategias de financiamiento que incluyen la cooperación internacional, los programas estatales, el apoyo de empresas y particulares.

Actualmente estamos llevando adelante varios proyectos, como la ampliación del Centro Comunitario Mi Pachamama, el programa de mejoramiento de viviendas con fondos rotatorios, dos nuevas urbanizaciones, el mejoramiento de sistemas de desagües domiciliarios, la construcción de veredas, el apoyo a comedores y huertas comunitarias (en el marco de la crisis que está generando la pandemia) y el programa de asesoramiento y capacitación Mujeres Constructoras, desarrollado en el marco de nuestra área de trabajo Hábitat y Géneros.

Nuestra experiencia de más de treinta y cinco años de trabajo nos permite reconocer que son en su mayoría mujeres quienes sostienen el territorio cotidianamente a través de las tareas de cuidado, los proyectos barriales y la participación en la vida comunitaria, destacándose su protagonismo en la producción social del hábitat.

Entender el hábitat desde una perspectiva de género implica pensar el derecho a la tierra y a la vivienda desde la diversidad y multiplicidad de actores, y de sus maneras particulares de vivir y transitar las ciudades y los territorios.

A través de este programa implementamos las acciones necesarias para incorporar la perspectiva de género en cada uno de nuestros proyectos.

Cuidando las infancias: el proyecto Una Plaza para el Barrio Los Hornos
Cuando pensamos en un barrio, lo imaginamos con sus viviendas, comercios, escuela, centro de salud, espacios verdes. Una plaza es un componente que nos aparece como lógico y necesario, un espacio convenientemente equipado, donde niñas y niños puedan jugar, adolescencias y adultos compartir un encuentro y hacer ejercitación física, adultos mayores disfrutar una charla sobre viejos tiempos o un partido de bochas o una partida de damas o ajedrez. Un espacio saludable que también disfrutan vecinas y vecinos de barrios circundantes. 

Sin embargo, la plaza, cuya existencia damos por sentada, no se encuentra fácilmente en las zonas más alejadas a las áreas centrales; zonas densamente pobladas, cuyos habitantes no tienen una plaza que dé respuesta a su necesidad de esparcimiento y buen uso del tiempo libre. Aunque la tierra destinada a ese espacio haya sido prevista, los recursos nunca son suficientes para construirla, o hay otras prioridades.

La pandemia debida al coronavirus puso en evidencia, entre tantas otras cuestiones, la necesidad de trabajar por un hábitat más saludable: los espacios verdes resultan de vital importancia para el crecimiento y desarrollo integral de niñas y niños. Desde Madre Tierra, junto a la comunidad de Los Hornos, soñamos con una plaza para el barrio.

La plaza que se proyecta construir contará con una superficie de 4300 m2. El espacio verde a ganar será aprovechado, fundamentalmente, por más de quinientos niños y niñas que habitan en esta zona y se hallan en situación de pobreza, con necesidades básicas insatisfechas.

Es por ese motivo que nos parece una propuesta interesante para quienes, con generosidad y responsabilidad social, quieran sumarse a este proyecto que llamamos Una Plaza para el Barrio.


Madre Tierra
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Teléfono +54 911 3195 3670

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