El bien común, referido al trabajo aplicado a los grupos sociales más vulnerables, es una modalidad de ejercicio de la profesión muy poco difundida. La gran mayoría de los estudios de arquitectura no logra el acceso a estos trabajos como forma de subsistencia. El sistema no habilita a que esto suceda, convirtiéndose en una actividad marginada de las prácticas convencionales. Nuestro país atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia. Ser parte del engranaje para construir los lazos que faciliten el derecho a la vivienda, la buena alimentación, la educación, el trabajo digno y un medio ambiente sano, es parte de nuestro desafío.