Asesor | Especialidad en fachada

Guillermo Bill Marshall

jueves, 29 de diciembre de 2016  |   

Desde 1974 me dedico a diseño, control de calidad y análisis de patologías de las envolventes de edificios. Comencé con las ventanas, muros cortina y techos de vidrio, y con los años fui aprendiendo otras formas y materiales de cerramientos.

Siempre tuve fascinación por entender cómo funcionan las cosas… y hacerlas funcionar.

Con mi padre, pasábamos horas haciendo modelos a escala de aviones, reparaciones menores de la casa, o haciendo nuestro propio album donde coleccionar estampillas. Lo que más nos gustaba era dibujar la caligrafía de los letreros (con tinta china y pluma!).

En casa, el armario de las herramientas, era el tesoro más valioso y los materiales (pinturas, tintas, maderas, resinas, etc.) nuestros juguetes.

Aunque me gusta dibujar, siempre me gustó “hacer” cosas. Mi interes por “el hacer”, fue modelando mi perfil profesional más técnico que plástico.

Me desafía más resolver el “cómo” y no tanto el “qué”.

En arquitectura, la carga de lo técnico es imprescindible, afecta la funcionalidad y durabilidad, ocupando un lugar demasiado importante como para ignorarla, o dejarla que la resuelva el constructor, el tiempo o Murphy. En cambio la expresión estética o ideológica puede estar o no, y el objeto arquitectonico existirá, funcionará y durará igual (mal o bien, pero igual).

Dicen que artista es aquel que hace cosas bellas, me quedo con el “hace”: la belleza es subjetiva.

¿Mis modelos? Jean Prouve, Eiffel y Leonardo. 

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