Actividad académica | Directivo
Daniel Silberfaden
Arquitectura como interacción
Hace más de 20 años creamos junto a un grupo de destacados arquitectos, también profesores y fundamentalmente amigos, la Facultad de Arquitectura en la Universidad de Palermo, un proyecto (siempre) en “construcción” en pos de aquellas metas trazadas en su etapa fundacional. Hoy, con otra gente, con otros equipos, continuamos trabajando en ese proyecto. Desde aquellos tiempos soy Decano y Arquitecto y soy lo que mis búsquedas me llevan a ser y me es indistinto. Se retroalimentan, como una manera de trabajar, como actitud, como proceso más que como un lugar donde se enseña o se realizan proyectos, obras u otras cosas. Cuando me plantean que explique cómo es nuestra Facultad de Arquitectura ó como es mi Estudio, en qué y cómo se trabaja, me doy cuenta que no hablo nunca de un momento concreto, sino que es un proceso en continuidad desde que en algún momento te planteás la arquitectura como vehículo de interacción.
Pienso que arquitectura no es una caja estanca, no es una mirada cerrada en si misma sino que constantemente establece continuidades con otros campos de trabajo contiguos. En este sentido la arquitectura como vehículo de interacción me ayuda, porque me demuestra cotidianamente que es posible realizar las aparentes utopías.
Con la objetividad que un relativo tiempo impone, me doy cuenta que mis preferencias sobre los proyectos desarrollados, como aquel de la facultad, no dependen ni de un tema, ni de una escala determinada, ni de presupuestos, ni de rendimientos económicos y que en definitiva prevalece el ocio sobre el negocio y la libertad de pensamiento y de acción, sobre cualquier otra condición.