Cultura | Producciones audiovisuales

Graciela Raponi, Alberto Boselli

domingo, 19 de marzo de 2017  |   

El cine como fuente en donde indagar la arquitectura fue una intuición que allá por 1986, con los primeros proyectos de investigación, nos condujo a formar el archivo “Buenos Aires cinematográfica”, transfiriendo al formato VHS de la época todo lo que encontrábamos en las viejas películas argentinas que narran la ciudad.

Ese archivo, que hacía accesible esa memoria urbana que hasta entonces el soporte fílmico restringía, fue una de las justificaciones para que la FADU asumiera la carrera de Diseño Audiovisual. La fotografía urbana archivada en el IAA, y todos los estudios que producen sus investigadores, se nos ofrecieron como la oportunidad apasionante de narrar visualmente la gestación y transformación de la ciudad, la película que relatara el viaje en el tiempo de sus sitios, como una herramienta pedagógica para que el estudiante y el investigador de arquitectura fuera ayudado a comprender ese contexto físico que nos rodea. Profesores y alumnos de la nueva carrera y hasta personal técnico no docente de la Facultad nos ofrecían un apoyo valiosísimo para construir montajes digitales con el equipamiento de una isla de edición que los proyectos UBACyT financiaron y el estímulo de cátedras que verificaban con sus alumnos la pertinencia de esos relatos visuales.

Al CPAU y a la SCA debemos agradecer el apoyo de los premios bienales. Es así que la Memoria Visual de Buenos Aires y el campo Cine-Arquitectura se fue convirtiendo en el perfil de nuestra condición de arquitectos.

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