Paisajismo

Cora Burgin

jueves, 16 de marzo de 2017  |   

Arquitecta y paisajista

Mis estudios de arquitectura me orientaron al paisajismo. Fue una derivación casi natural. De ningún modo se me presentó como una ruptura sino que, simplemente, en lugar de mirar hacia adentro lo hice hacia afuera.

Concibo al paisajismo como una de las formas de la arquitectura. Eso no quiere decir que sea una aplicación de la arquitectura sino que la enriquece. Una materialidad, cualquiera que ésta sea, se sitúa en un espacio. No hay construcción sin exterioridad. Este afuera requiere la misma suma de conocimientos que la exigida por toda construcción. El paisaje se construye, no viene dado. No es natural, sino que ofrece una materia prima para la cual la arquitectura paisajística piensa en su diseño y en su concreción.

La arquitectura paisajística me permite combinar diversos intereses y aficiones. Me atrae todo lo que se presenta como no humano, aquello silvestre que aún no ha sido domesticado. Pero también me interesa el trabajo intelectual que proviene del mundo de la técnica, es decir la condición de posibilidad de que las obras sean una realidad, sus modos de conservación, sus usos, y su relación con la comunidad; indagar sobre nuevos materiales y tecnologías como ser las cubiertas verdes, los nuevos enfoques de la profesión como los que se aplican en los proyectos LEED.

Otro de los campos de interés es la docencia. En 2002 creé el Programa para Graduados en Arquitectura del Paisaje en la UTDT, el cual dirigí hasta 2015. Actualmente sigo como titular de la materia en la carrera de arquitectura de la UTDT, donde es importante remarcar que es la única facultad de arquitectura en Buenos Aires que tiene esta disciplina como materia obligatoria.

Las obras de arquitectura no son autónomas del ambiente que las rodea, esto hace inconcebible su ausencia en la formación académica de la profesión. 

Notas Relacionadas

Descubrí otros artículos relacionados: